
EL TEMPLO DE SANTA MARÍA DE LA ASUNCIÓN DE IXCATEOPAN DE CUAUHTÉMOC, GUERRERO.
El templo de Santa María de la Asunción es de una sola nave, un presbiterio mas angosto que ésta, una sacristía adyacente al presbiterio, un baptisterio y dos torres; una es el campanario situada a la derecha de la entrada principal y, la otra es la del reloj ubicada por atrás del presbiterio. Tiene dos entradas, una principal y la otra lateral izquierda. Ambas se enmarcan con portadas de cantera, las cuales ostentan motivos heráldicos y ornamentales.
Fue construida a base de mampostería de piedra de “tepetate” tipo laja y asentada con lodo. Solamente las torres mencionadas están fabricadas de mampostería de piedra caliza y también “tepetate” y mortero de cal y arena. Además, de estar aplanada y blanqueada con cal. Sus muros laterales tienen un metro de gruesos y su altura es de ocho metros. La cubierta de la nave es de viguetas de madera colocadas a manera de tijeras, recubierta de duela por debajo, formando un artesón invertido y, por encima, teja de barro cocido. El piso es de ladrillo llamado “cuarterón”.
La importancia del templo radica en los acontecimientos sucedidos el año de 1949. El día martes 20 de septiembre de ese año se inició la búsqueda en el piso del presbiterio, por debajo del altar mayor, los restos del último emperador azteca Cuauhtémoc. La Arqueóloga Eulalia Guzmán fue la primera profesional de este campo del saber que se encargó del caso y es ella quien hace el correspondiente reporte al Instituto Nacional de Antropología e Historia. El Instituto nombró una primera comisión investigadora y para determinar su antigüedad, se comisionó al arquitecto Alfredo Bishop, luego al investigador Alejandro von Wuthenau y en tercer lugar al arquitecto Manuel Toussaint. Esta última comisión dictaminó que no existían elementos para declarar los restos como verdaderos y, en el caso de la antigüedad del templo, los investigadores coincidieron en que su construcción, es de la primera mitad del siglo XVI. No así la historiadora del arte Sonia Lombardo quien, según sus indagaciones realizadas en 1976, se edificó en la segunda mitad de ese siglo.
Ahora bien, es bien sabido que los primeros evangelizadores fueron los frailes franciscanos llegados a Cuernavaca en 1525, desde donde salían a evangelizar los lugares aledaños y la Tierra Caliente hasta el Mar de Sur. Sin embargo, el clero secular, desde muy temprano, se encargó de la evangelización y de impartir los sacramentos, cerca de 1534.
Los primeros evangelizadores construyeron templos sencillos y rudimentarios que, con el paso del tiempo fueron demolidos o bien recortados para construir uno de mayores dimensiones, adecuados a las necesidades de ese tiempo. En el caso de Ixcateopan no fue diferente, los curas diocesanos demolieron la antigua capilla y solamente dejaron la parte trasera, misma que funcionó hasta 1580 como capilla independiente de la principal. En esta fecha, o cerca de ella, se anexó esa parte de la capilla antigua a la nave principal como presbiterio.
A pesar de su antiguedad, el templo ha sido victima, en los últimos años, de un abandono casi total. Por los motivos ezpuestos y por ser un monumento del patrimonio cultural de México, merece atención y cuidado. O sea, conservarse.
El templo de Santa María de la Asunción es de una sola nave, un presbiterio mas angosto que ésta, una sacristía adyacente al presbiterio, un baptisterio y dos torres; una es el campanario situada a la derecha de la entrada principal y, la otra es la del reloj ubicada por atrás del presbiterio. Tiene dos entradas, una principal y la otra lateral izquierda. Ambas se enmarcan con portadas de cantera, las cuales ostentan motivos heráldicos y ornamentales.
Fue construida a base de mampostería de piedra de “tepetate” tipo laja y asentada con lodo. Solamente las torres mencionadas están fabricadas de mampostería de piedra caliza y también “tepetate” y mortero de cal y arena. Además, de estar aplanada y blanqueada con cal. Sus muros laterales tienen un metro de gruesos y su altura es de ocho metros. La cubierta de la nave es de viguetas de madera colocadas a manera de tijeras, recubierta de duela por debajo, formando un artesón invertido y, por encima, teja de barro cocido. El piso es de ladrillo llamado “cuarterón”.
La importancia del templo radica en los acontecimientos sucedidos el año de 1949. El día martes 20 de septiembre de ese año se inició la búsqueda en el piso del presbiterio, por debajo del altar mayor, los restos del último emperador azteca Cuauhtémoc. La Arqueóloga Eulalia Guzmán fue la primera profesional de este campo del saber que se encargó del caso y es ella quien hace el correspondiente reporte al Instituto Nacional de Antropología e Historia. El Instituto nombró una primera comisión investigadora y para determinar su antigüedad, se comisionó al arquitecto Alfredo Bishop, luego al investigador Alejandro von Wuthenau y en tercer lugar al arquitecto Manuel Toussaint. Esta última comisión dictaminó que no existían elementos para declarar los restos como verdaderos y, en el caso de la antigüedad del templo, los investigadores coincidieron en que su construcción, es de la primera mitad del siglo XVI. No así la historiadora del arte Sonia Lombardo quien, según sus indagaciones realizadas en 1976, se edificó en la segunda mitad de ese siglo.
Ahora bien, es bien sabido que los primeros evangelizadores fueron los frailes franciscanos llegados a Cuernavaca en 1525, desde donde salían a evangelizar los lugares aledaños y la Tierra Caliente hasta el Mar de Sur. Sin embargo, el clero secular, desde muy temprano, se encargó de la evangelización y de impartir los sacramentos, cerca de 1534.
Los primeros evangelizadores construyeron templos sencillos y rudimentarios que, con el paso del tiempo fueron demolidos o bien recortados para construir uno de mayores dimensiones, adecuados a las necesidades de ese tiempo. En el caso de Ixcateopan no fue diferente, los curas diocesanos demolieron la antigua capilla y solamente dejaron la parte trasera, misma que funcionó hasta 1580 como capilla independiente de la principal. En esta fecha, o cerca de ella, se anexó esa parte de la capilla antigua a la nave principal como presbiterio.
A pesar de su antiguedad, el templo ha sido victima, en los últimos años, de un abandono casi total. Por los motivos ezpuestos y por ser un monumento del patrimonio cultural de México, merece atención y cuidado. O sea, conservarse.
Darío Rodríguez R.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario